domingo, septiembre 09, 2007












viento narrador


Te reclinaste suavemente sobre el cabello, apoyando tu rostro en la cálida madera del porche. Con esa tranquilidad pusiste fin al verano. Y me convertí en piedra, en roca de río. Rodé y rodé a tu encuentro por los arroyos. Me disolvió la impaciencia. Fragmenté mis ganas hasta volar liviano. Recorrí valles y colinas para dialogar con cada objeto que habías tocado. Bastaba una sola brizna de heno para aferrarse a la idea de tu regreso.


Y aún podrás encontrarme.
Soy la silueta de un viejo árbol a quien olvidó la primavera pasada.

4 comentarios:

Bruma dijo...

Que belleza, Océano...
He sido viento por un momento y he salido de mi oficina, filtrándome por las rendijas...

Un gran abrazo.

Paris dijo...

Aún acude a mi la primavera y me queda el tiempo del verano, si encuentro ese árbol, pintare margaritas en su corteza, para que nunca deje el calor enterrado en sus raices,
Tus letras despiertan palabras.
saludos

OceanoDifuso dijo...

Muchas gracias por vuestros comentarios.

:)

Gwynette dijo...

..que bello y triste. Cuantos recuerdos ! :-)
Besos