martes, mayo 01, 2007


La fuerza de repulsión defiende la identidad frente a cuanto la rodea.
La fuerza de atracción muestra que algo está incompleto.

El Yin Yang no son dos cosas, sino una indivisible.
Me enfrento al Mundo para ser y, siendo, soy parte del Mundo.


5 comentarios:

Bruma dijo...

Cierto, son dos partes complementarias. No hay blanco sin negro, luz sin oscuridad.
Que buena la ultima frase... :)
Un abrazo.

ana elena pena dijo...

gracias... Tu blog también promete cierta densidad... ;-)

burbujitas de naranja, que las de limón agrian un poco.

Anónimo dijo...

El Yin Yang no son dos cosas, sino una indivisible.
La verdad es que lo que llamamos extremos a menudo están muy cerca el uno de otro. Tanto el Yin como el Yang, la oscuridad y la luz, el fin y el principio, parecen contradictorios pero en el fondo se alimentan el uno del otro, no están tan alejados como parece porque como bien dices en esencia son lo mismo. Además no creo en esa división bastante corriente sobre el bien y el mal, no creo que existan, existen caminos, algunos más acertados (o más cortos) y otros menos (o más largos). Interesante blog. Un saludo :)

Anónimo dijo...

Que buena la última frase, es tuya?? me ha encantado.

Elena

OceanoDifuso dijo...

Si, cuanto escribo aquí (salvo que cite expresamente a alguien) es opinión personal y así debe ser considerado.

Gracias por tu comentario, Elena.
Gracias a todos.. :)