jueves, abril 12, 2007





Brisa en las trincheras






No busques una fuerza superior más allá, sino aquí, en tus propias manos, en tu carne. Estáis hechos de tempestades, amigo mío. Y son vuestras ansias y anhelos quienes convulsionan sociedades y estados. Cuando creas que todo esta perdido pero, aún así, te veas en el camino, aprecia hasta donde alcanza el poder de la Vida. Habéis nacido para persistir en la adversidad y caer en el olvido de la vejez. Y no es más trágico que el otoño que arrastra sus hojas. Hay una belleza intensa en todo ello. Si abres bien los ojos, descubrirás cómo se reflejan vuestras cúspides más veneradas en las simas de los pozos.

Cuán romántico destino el de Ser Humano, arrastrándose entre sus delirios de grandeza y desconcierto, para difuminarse bajo las marismas del Tiempo. Tan solo ese instante, en el que siente que está vivo y toma conciencia de la inmensa comunidad que le constituye, se vuelve único e irrepetible.

Suerte, mi amigo. Aunque no la necesitas. No existe. Solo existe la Naturaleza y esa estrecha línea imaginaria que la divide en aquello que te rodea y lo que tú te consideras.

No trates de cambiar el Mundo. Cambia tú. Todo lo demás será una consecuencia…

En cuanto a mi, prometo mover el cabello de tus sienes hasta que caigas rendido en el combate.

2 comentarios:

Asha dijo...

Algunos no lo llaman consecuencias sino "daños colaterales"...
Cambiemos nosotros, porque queremos ser más felices o porque deseamos adaptarnos y econtrar el hueco. También existe la opción de rebelarse ante ese mundo...

Me encanta la frase final, bonita promesa.
Este post tiene mucho de literario.
A perlas negras, es una órden!!!
;-)

Bruma dijo...

Fantastico post. De lo mejorcito que he leido ultimamente.
Que suerte haber encontrado tu blog, o mejor, que tu hayas encontrado el mio... :)
Saludos!