sábado, abril 14, 2007


Arquitectura de intenciones

Tal vez, vaciarse sea uno de los fines más difíciles de lograr. Son tantas y tan pequeñas las piedras con las que llenamos los bolsillos, que requiere esfuerzo, tiempo y talento descubrir el modo de desnudarse. No ya para los demás o hacia ellos, sino por y para uno mismo. Desconozco si existe algún otro modo de poder conocerse.

Un detalle que me resulta muy interesante, que puede parecer obvio en apariencia, es que todo vacío conlleva silencio. Y no es un silencio impuesto ni decidido. No es un silencio “hecho”. Ni siquiera es un silencio buscado. Es la consecuencia. La sensación casi inapreciable de que, en ese preciso instante, se esta alcanzando. Por desgracia, no se puede retener. Fluye. No hay que aferrarse a su necesidad, sino experimentarla al máximo.

Quitarse las intenciones, conlleva enfrentarse a tus propios miedos. Y verlos, de alguna manera, hace que desaparezcan. Precede siempre a la aceptación de uno mismo. De cuanto percibimos que somos. Ya que, llegados a este punto, ya no hay intención de ser, sino conciencia de que se Es.

Pero todo esto no son más que palabras, dedos que apuntan a la Luna.

Hay muchas facetas de la Vida que solo pueden ser experimentadas como tal. La Realidad es indiferente a nuestras elucubraciones o anhelos. Desmontar la arquitectura que diseñamos día a día permite ver el terreno sobre el que edificamos nuestros sueños, la auténtica geografía del corazón.






2 comentarios:

Asha dijo...

Aprender a sorprendernos con los silencios llenos de contenido creo que es uno de los mayores logros que el ser humano puede alcanzar para conocerse en profundidad.

Puedo decir con orgullo que supe convertir en arte el uso de mi silencio.

Tienes razón, realmente es la forma más eficaz de desnudarse..

Recuerdo una frase de José Mª Castillo Navarro: "..Y se oyó el silencio que, aunque mudo, atronaba.."

Geografía del corazón..

Bruma dijo...

Excelente....
Toda vacío conlleva silencio.
Me encanta la última parte. Es tan certera...
Soy escuchadora y cuando me cuentan problemas que yo creo derivan de un desconocimiento de nuestros propios intenciones, es tan difícil aconsejar el modo de llegar a encontrarse un poco con uno mismo...

Conocer el terreno ayuda a que nuestras edificaciones se mantengan fuertes y estables a lo largo del tiempo.

Me encanta leerte, un abrazo.